miércoles, 3 de enero de 2018

Entrevista a un Ángel

Hoy os traigo algo original y al mismo tiempo profundo!

¿Has pensando alguna vez en entrevistar a un ángel? Hoy lo vamos a hacer. Me dió la idea el P. Javier Cereceda para su programa de radio "voy a entrevistar a los personajes del Belén, le toca ser el ángel, ¿se anima?"... me pareció interesante imaginar esa entrevista... aquí la tenéis; próximamente la subiré en video. 


   Las reflexiones del ángel ¡me han ayudado!

   Imagina que estás en el portal, eres un pastor con espíritu reportero y no sólo aprovechas tu propia visita al Belén sino que te interesa saber cómo lo está viviendo él... te acercas, se lo dices con la llaneza de un pastor... y escuchas:


   "Mira, soy un ser libre con inteligencia y voluntad: desde siempre he elegido estar de la parte de Dios y servirle. Esto me permite valorar todo lo que hace. Si tuviera que decir tres palabras serían: ¡Alegraos y regocijaos! y si hay alguien sencillo como los pastores o José y María...  lo entienden enseguida. 

 Que ¿qué estoy experimentando ahora?.... no os podéis imaginar... buscad algo que os asombre, algo heroico, algo poético, bello, asombroso, que te quite la respiración... nada puede asemejarse a nuestro asombro. Me encantaría que os dierais cuenta!



   Éste es el día en que aprendí a quereros aún más... sí, todo está hecho por Dios, pero... es que ahora Él se hace uno de vosotros, todo en vosotros a partir de hoy me recuerda a Él, dueño de todo, que ha hecho todo... también a nosotros... y mi asombro no tiene límites... pero no ya por su poder y sabiduría, sino por su humildad.

   Se os van los ojos hacia las cosas, el pesebre, la gruta, el frío, el oro, el incienso y la mirra... claro, vosotros conocéis por razonamiento y nosotros por intuición... así que os entiendo... pero yo capto toda la realidad de golpe... y por eso no puedo apartarlos de él... qué humildad... lo que no tuvo Luzbel, le sobra al Verbo de Dios. Es como mirar una supernova en primera fila.

   Normalmente la gente no nos ve... no puede, no somos visibles ni tenemos cuerpo, pero Dios muchas veces lo ha permitido... la gente reacciona con asombro y con respeto... como Daniel o Zacarías... y es porque somos de Dios, somos puros y santos, buscamos servirle y ser sus mensajeros... y sin embargo él encontró la manera de que lo te inspira es TERNURA... verlo así, verlo hecho niño... él nos marca el camino también a los ángeles, es hermosa la humildad, el servicio, la sencillez...



   Lo veo en el pesebre como un sol... y cambia mi mirada sobre vosotros. Siempre estamos en presencia de Dios, le adoramos, estamos atentos a sus órdenes... le amamos con todo el corazón... pero al verle así... tan volcado sobre vosotros... decidido a pasar por lo que sea, hasta la última gota de su sangre... nos admira el amor que os tiene... y nos contagia... os cuidamos, os llevamos sus mensajes con reverencia y con amor... su causa es la nuestra también y su causa sois vosotros....

   Lo que pasa es que ahora verle a Él y ver a su Madre... es lo mismo, ¡están tan juntos! Al ver a María... la sentimos nuestra, hace cosas con Dios que sólo una madre puede hacer y Él ahora es tan de Ella... que si pudiéramos sentir envidia... la sentiríamos! pero no, es más como si un músico escucha un instrumento afinadísimo tocando la mejor melodía del universo... el amor de esa madre por su hijo nos inspira cómo quiere ser tratado Dios y viéndolo parece que nos lo acerca aún más...


   A Ella ya la habíamos visitado y también a su marido en sueños. Son como de la casa. Son de Dios y tenemos la alegría de ver la sintonía de corazones con la bondad y la misericordia... con José volveremos... tengo que darle una mala noticia dentro de poco, pero es tan bueno y tan obediente... como nosotros! estoy seguro de que en cuanto le hable se levantará, tomará al niño y a su Madre y se irá a Egipto... ¿qué más veo? ... pues que ahora inicia todo para vosotros... viéndoles a ellos dos ya sabéís cómo quiere ser tratado Dios.

   Me impresiona que siente todo, siente frio, hambre, sed... vendremos a servirle en el desierto y a consolarle en Getsemaní... pero ha querido sentir para pasar por la misma senda que vosotros... y superarla, abriros camino en medio de los valles oscuros y de los luminosos. Él también hablará de nosotros... siempre tan atento, no nos dejó en el olvido... es nuestro mejor líder, también para nosotros los ángeles! le hemos elegido a Él y no a nosotros mismos... pronto veréis por qué... basta que abráis cualquier página del Evangelio.

   Un consejo, como nosotros, ¡alegraos!...  ¡alegraos y miradle... ¡vais a descubrir tanto! que puede que vuestra vida de golpe se parezca también a la nuestra. Vida plena y en grado sumo... por la fuerza del amor imparable, sereno y gozoso al mismo tiempo.

   Os deseo lo mismo que vivimos nosotros: que le adoréis y que no tengáis miedo de hablar de Él, nos encanta glorificarle. Os deseo también que obedezcáis todos sus mandatos, pero no de cualquier manera, sino como nosotros, prontamente... y que toméis, al verle, su misma bandera, que también es la nuestra: servir, ayudar, compartir con vuestros hermanos penas, alegrías y dones. Si tenéis alguna duda, miradle, que ya os está enseñando cómo."

Y se marchó el ángel.



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